Terapia simbólica con muñecos.

Proyecta tu mundo interior y sánalo. ¿Quieres saber en qué consiste? Te sorprenderá.

Cuando cuento a mis pacientes que, en la sesión de hoy, prefiero que me cuenten sus problemas mediante el uso de muñecos, veo todo tipo de miradas clavadas en mi. Algunas de incredulidad, otras de sorpresa, otras de expectación. Varios de ellos sé que tienen en su mente la siguiente pregunta: “¿Realmente Pedro vamos a ponernos a jugar con muñequitos? Que tengo ya unos años y, además, lo mío es muy serio…”

Suelo captar este tipo de pensamiento por la expresión de su rostro. Dibujo una sonrisa interior y, como tengo confianza plena en este método, voy a buscar mi “kit de trabajo” y que comience la sesión.

Este kit de trabajo consiste en lo siguiente:

-Muñecos y muñecas. Uso de la marca Playmobil. Utilizo esta marca porque me dan mucha versatilidad ya que hay miles de modelos distintos y son muy sencillos de usar. En España este juguete es un clásico y muchos de nosotros nos hemos pasado la infancia jugando con ellos. Es también mi intención que el paciente conecte con esa parte que a veces ocultamos en la vida adulta: su niño o niña interior. Si consigo sólo eso ya habré tenido cierto éxito en la terapia.

En este tiempo he ido ampliando mi colección y tengo ya cientos. Representan a hombres, mujeres, niños, niñas, animales, algún objeto… Pero también representan arquetipos y personajes bien definidos: un mago, un hada, un ladrón, una faraona, un pirata, una cocinera, un fantasma… Voy haciendo rotaciones en este equipo de miniayudantes, de este modo el paciente se sorprende al encontrar nuevas figuras en cada sesión y le invito a tener que reflexionar respecto a este nuevo material.

-Tabla giratoria. Realmente es una especie de plato de madera redondo, que puede ser girado con suavidad para poder cambiar nuestra perspectiva. En este espacio delimitado es donde vamos a desarrollar el trabajo con los muñecos. Va a ser su escenario y vamos a representar una obra. El paciente va a proyectar sobre esta superficie lo que su mente (consciente e inconsciente) necesite expresar. Vamos a dar un espacio seguro y amigable para que el mundo interior del paciente ser representado. Una vez hecho esto, vamos a trabajar con él para alcanzar objetivos.

 

¿Y por qué estoy tan encantado de haber descubierto esta herramienta de trabajo?

Pues he de reconocer que a mi me gusta jugar. Tengo a mi niño interior muy presente y activo también ahora que soy un adulto. He conseguido que mi niño interior se muestre casi a diario y, pese a todo el peso de las responsabilidades y obligaciones que tengo en mi vida, lo saco a jugar de vez en cuando. Se manifiesta cuando juego con mis otros amigos “adultos como yo” a algún juego de mesa y, sobretodo, cuando juego con mis dos hijas a lo que ellas quieran. No me importa tirarme por el suelo para jugar con ellas, no me importa mancharme la ropa, que me expliquen una combinación imposible de chocar las manos y hacer palmas  o inventar historias sin sentido… el juego está en mi vida.

Pero dicho esto, he de recalcar que la terapia con muñecos sólo tiene forma de juego en un primer momento. Cuando tocamos a los muñecos, los descubrimos, los movemos, los posicionamos. En este momento hay una conexión con nuestro hemisferio derecho (creativo, emocional…) y conectamos con nuestro niño interior. Esto nos permite romper esa barrera tan rígida que nos autoimponemos y que no nos permite acceder a nuestras emociones ni contar nuestros pensamientos más profundos con facilidad.

Entremezclado con esa parte creativa y espontánea vamos usando nuestro hemisferio izquierdo para darle lógica, orden y realidad a lo que se va expresando en esa tabla donde realizados el trabajo. Se produce un baile casi imperceptible entre los dos hemisferios muy especial. No existen muchas terapias donde ocurra esta coreografía marcada por el ritmo del propio paciente.

Cuando los muñecos se van posicionando y vamos tomando consciencia de lo que va ocurriendo, vamos interpretando cada escena y haciendo ciertos movimientos; el trabajo se va tornando muy serio. Y era serio y riguroso desde el principio, porque, con ayuda del terapeuta siempre se va a intentar alcanzar ciertas metas que faciliten al paciente solucionar o mejorar el problema que trajo a la consulta.

Algunos de los usos que le doy en consulta:

-Para facilitar la toma de decisiones.

-Para entender situaciones que bloquean su vida.

-Para comprender por qué tengo esta o aquella relación con esta persona.

-Para entender ciertas dinámicas familiares.

-Para explorar mi mundo interior con seguridad (emociones, pensamientos…)

-Para trabajar fobias, miedos, inseguridades…

-Para trabajar el plano de la pareja.

 

¿Quieres probar este método de trabajo tan divertido y tan riguroso a la vez? Seguro que los muñecos consiguen  sorprenderte.

Reserva ahora tu sesión.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: Pedro Molera.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a Banahosting que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Scroll al inicio
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad