El minimalismo es una corriente que promueve despojarnos de lo accesorio y centrarnos en lo básico y esencial.
Principios minimalistas:
- Enfoque en lo esencial.
El minimalista evita la dispersión y para ello se centra en lo que es más importante, o mejor dicho en lo verdaderamente importante, de esta forma evita distracciones y pone toda su energía en aquello que SI es relevante.
Enfocarse en lo esencial está unido a un proceso continuo de descarte de compromisos e incluso oportunidades, el minimalista solo elegirá aquellas que más le aporten y enriquezcan a nivel de crecimiento personal.
Por paradójico que pueda parecer, «el arte de descartar» le permite al minimalista expandirse a través de la concreción.
- Menos es más.
Para el minimalista «tener lo que necesita en cada momento» es sinónimo de abundancia.
El acumular por si hiciera falta es sinónimo de escasez, la actitud de poseer y acumular esconde un patrón de escasez que te paraliza y no te permite fluir con el sentimiento de abundancia.
Sentirte abundante no es una cuestión de posesiones si no una actitud de confianza ante la vida.
- Bien-estar como prioridad
Cuando uno no tiene buena salud o se siente des-energetizado todo lo demás no funciona.
Para un rendimiento óptimo es necesario un descanso de calidad y en este sentido es de gran importancia el tener un sueño reparador que le permita levantarse con las pilas recargadas.
Para favorecer el sueño e ir a la cama en un estado relajado, el minimalista respeta sus ritmos circadianos.
- Contacto con la naturaleza
El minimalista busca el contacto con la naturaleza como una forma de expandirse, relajarse y conectar con su equilibrio interior.
La naturaleza también le permite inspirarse y acceder a su paz interior.
- Calidad frente a cantidad
El minimalista prioriza calidad frente a cantidad, sobre todo en las relaciones personales. Quizá su círculo de amistades es más estrecho pero de esta forma puede dar a estas relaciones toda la atención que merecen, de esta forma sus vínculos son más estrechos y enriquecedores.
También opta por la calidad frente a cantidad en cuanto a alimentación se refiere.
- Escuchar más que hablar
El minimalista presta mucha atención a su entorno porque sabe que escuchar desde una actitud atenta y receptiva es una de las claves del éxito.
No está pensando en lo que va a decir a continuación mientras le hablan, si no que escucha con máxima atención fijándose especialmente en el lenguaje no verbal, el cual le aporta muchos matices acerca de la otra persona.
Cuando mantiene una conversación se centra más en preguntar que en hablar sobre sí mismo, sabe que haciendo las preguntas correctas puede llegar a la esencia de la otra persona.
- Agradecimiento consciente
Expresar agradecimiento le enfoca conscientemente en aquello que sí funciona en su vida y le aporta valor.
Sabe que expresar agradecimiento por todo lo que posee y experimenta es la forma más infalible para crear abundancia en su vida.
- Disfrutar del silencio
El minimalista propicia de forma consciente un espacio y tiempo diario para el silencio.
Estar en silencio le permite observar sus procesos internos y ser más consciente de sí mismo.
En este silencio accede a muchas respuestas e información de vital importancia para su vida.
9. Buena organización
El minimalista usa su agenda para apuntar y organizar sus tareas diarias y así vaciarse de preocupaciones.
En su casa y lugar de trabajo sabe que tener un espacio ordenado le permite acceder más fácil y rápido a sus recursos y con esto se ahorra un desperdicio importante de tiempo y energía.
Sabe que tener una cierta estructura organizativa le va a permitir relajarse y fluir mejor.
10. Reflexión consciente
El minimalista no es reactivo si no que antes de tomar una decisión reflexiona acerca de la repercusión que determinadas acciones van a traer a su vida.
Sabe que hacer por hacer puede ser un gran desperdicio de energía.
Si la acción le enriquece a él y a los demás, actúa.
11. Desconexión del mundo digital
El minimalista aprecia la gran utilidad de las nuevas tecnologías pero las utiliza con sabiduría y sabe poner límites adecuados a su teléfono e internet.
Respeta sus horarios y desconecta su teléfono cuando hace falta para proteger su capacidad de concentración y para mejorar su contacto con su entorno y consigo mismo.